Nació en Puebla y ha vivido en la Ciudad de México desde niña, en su infancia jugaba con una cámara imaginaria que solo existía en su cabeza, este sueño se quedó siempre dentro de ella y no fue hasta el año de 1993 que decidió incorporarme a una formación dentro de la imagen fotográfica en la Escuela Activa de Fotografía; en 1999 inició el camino dentro de la docencia la cuál se siente afortunada de ejercer hasta la fecha con grandes satisfacciones en la Escuela Activa de Fotografía, Taller Urquiza y Geek. En los últimos años el autorretrato se convirtió en uno de sus mayores retos para trabajar y disfrutar, no solo de manera autoral personal; sino también de forma visual. Gladiola considera fundamental trabajar con las emociones para poder transmitir y lograr discursos más profundos. Su pasión por la imagen la hace sentirse privilegiada y no ver la fotografía como un trabajo sino como una forma de vida.